domingo, 10 de junio de 2007

Tetris



Moscú, 1956, nace Alexey Pazhitnov, padre de uno de los videojuegos más famosos de todos los tiempos, tanto por su sencillez como por su adicción: el Tetris.

Alexey siempre se sintió atraído por la ciencia y así fue que ingresó en la Academia de Ciencias de Moscú. En 1985 adquiere un pentomino; para resumir diremos que se trata de un juego de origen árabe estilo puzzle cuyo objetivo es completar un tablero sin dejar espacios libres utilizando pentaminós, 12 piezas geométricas compuestas de cinco cuadrados cada una.


Pentaminós



Ese mismo año de 1985, Alexey programó el Tetris (se dice que en una sola tarde, algo harto complicado y que lo convertiría en un mesías) para un Electrónica 60. Un joven padawan de 16 años llamado Vadim Gerasimov contribuiría a la extensión del Tetris programándolo para un PC IBM, a partir de ahi la expansión del juego a diversas plataformas sería imparable y su comercialización final se produciría en 1987 cuando Estados Unidos lo vendía bajo el slogan «Fabricado en Estados unidos, creado en el extranjero»...





El Tetris es probablemente el juego más versionado de la historia, su zénit de popularidad se produciría en los años 89-90 cuando adquiridos sus derechos por Nintendo, la compañía nipona decidió incluir Tetris como complemento videojueguil ideal para el lanzamiento de su nueva consola portátil Game Boy.


El Tetris demuestra que lo más sencillo, lo más básico, lo más lógico siempre suele ser lo más efectivo. Recuerdo nostálgicamente la época en la que el Tetris de mi Game Boy hacía las delicias de grandes y pequeños en mi familia; pero sobre todo de grandes, que encontraban un uso divertido y adictivo para ese "juguete" que de repente al complementarlo con el más simple de todos los videojuegos se convertía en el pasatiempo predilecto de cualquier adulto. Realmente no he vuelto a ver algo parecido hasta la actualidad; con la irrupción de los sudokus en nuestra vida cotidiana...



Se podría decir que el fenómeno Tetris vuelve a demostrar el principio de la Navaja de Ockham.

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